En los últimos años el número de mujeres infectadas por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana se ha elevado
en todas las regiones del mundo, afectando principalmente a aquéllas en edades
reproductivas. Múltiples factores inciden en la mayor vulnerabilidad de las
mujeres: factores biológicos, como la superficie mucosa y las mayores
concentraciones virales a las que son expuestas, así como factores
socio-culturales y económicos, tales como las funciones sociales que asumen las
mujeres en la relación de pareja y las desiguales oportunidades que les brinda
cada sociedad.
En los últimos años, el perfil epidemiológico de la
infección por VIH ha cambiado: ha dejado de ser una enfermedad de homosexuales
y drogadictos, y actualmente es la enfermedad que más impacta a la población
joven, incluyendo las mujeres en edad fértil, lo que le confiere una mayor
trascendencia demográfica y social. Se estima que 15,5 millones de mujeres
vivían con el VIH a finales del 2007, lo que representó un aumento de más de un
millón en comparación con el 2001. Las niñas y las jóvenes entre 15 y 24
años constituyen más de 60% de las personas infectadas por el VIH, cifra que es
superior en el África Subsahariana, donde la prevalencia en este grupo es 2,1
veces mayor que en los hombres de la misma edad, y en el Caribe alcanza 43 % de
las personas infectadas.Es por ello, que la Organización de las Naciones Unidas
ha planteado que "el rostro del SIDA corresponde cada vez más al de una
mujer joven" y, más recientemente, que la epidemia del VIH/SIDA ha
alcanzado igualdad de género.
Cada día son más las mujeres que adquieren el VIH,
debido, no solo a relaciones fortuitas y desprotegidas, sino también como
consecuencia de relaciones estables, lo cual significa que pueden ser
infestadas por sus propios esposos y novios. Cabe entonces la pregunta: ¿Qué
hace a las mujeres más vulnerables a esta infección? Las mujeres son biológica,
socio-cultural y económicamente más vulnerables a contraer el VIH.
Desde el punto de vista biológico, las investigaciones
muestran que el riesgo de infectarse por el VIH durante una relación sexual
vaginal no protegida es 2 a 4 veces más alto para la mujer que para el
hombre. En comparación con el hombre, durante una relación sexual, la
mujer tiene una mayor superficie de mucosa expuesta a las secreciones sexuales
de su pareja. Además, el semen infectado contiene normalmente una concentración
más alta de virus que los fluidos vaginales de la mujer y permanece más tiempo
en la vagina y el tracto rectal, que las secreciones vaginales en el pene. Esto
hace más eficiente la transmisión del hombre a la mujer que en sentido inverso.
Desde el punto de vista socio-cultural, por su condición
social desigual, las mujeres tienen más peligro de contraer la infección por el
VIH. Socialmente, las mujeres del tercer mundo siguen teniendo menor acceso a
la educación y al ingreso, lo que las vuelve más dependientes de los hombres y
con escasas posibilidades de acceder a información y servicios adecuados de
salud. Culturalmente, la ideología tradicional de las relaciones de género
dificulta una mejor posición de las mujeres. Prevalece el criterio de que
la mujer debe entregarse a un hombre que la cuide y represente, lo cual le da
derecho a éste a adoptar las decisiones y no ser cuestionado, incluso, cuando
de proteger la salud sexual de su pareja, se trate. El rechazo masculino al
condón, más frecuente en la relación sexual estable, también hace a la mujer
más vulnerable.
El consumo de alcohol y drogas aumenta la vulnerabilidad
del hombre y, secundariamente de la mujer, al VIH. Los niveles excesivos de
consumo de alcohol pueden contribuir a un comportamiento sexual arriesgado y
violento. Otras sustancias controladas, como las drogas intravenosas, que
también consumen predominantemente los hombres, aumentan su riesgo de contraer
el VIH y contribuyen a la infección de sus parejas sexuales femeninas.
Conclusiones
• Las mujeres son más vulnerables que los hombres a la
infección por el VIH porque se combinan la biología y la desigualdad socio-económica
relacionada con el género.
• Desde el punto de vista biológico, exponen mayor
superficie de mucosa a un mayor volumen viral del semen y factores como ITS
asintomáticas aumentan los riesgos.
• La extracción socio-cultural del género, en países
capitalistas, las hace sentirse incapaces de "negociar" el uso del
condón o hablar abiertamente sobre sexo con sus parejas, por temor a perder el
apoyo emocional o económico. Solo ahora se está considerando el VIH/SIDA como
lo que realmente es: una amenaza sin precedentes para la sociedad humana, cuyo
impacto se dejará sentir durante generaciones.
Laura Catalina Bohórquez Piñeros
Facultad de medicina UDCA
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